No soy de esas hermosas que tienen miles de me gusta en sus fotos, no soy de esas que siempre están bien peinada ni arregladas todo el tiempo, de esas que llevan el rimel en la cartera. Si quiera tengo cartera. Sufro cambios de humor repentino. Me enojo fácil, me desilusiono rápido y suelo tener problemas para expresar lo que siento. Y aunque lo demuestro poco soy muy sensible.
Soy un desastre en el amor, hay veces en la cuales por no lastimar a los demás me lastimo yo misma. Y es cierto eso que dicen de que el corazón tiene razones que ni la razón entiende. Cada vez que lo veo me siento mareada y comienzo a sudar, mi ritmo cardiaco se acelera, mi corazón parece querer salirse de mi pecho y hasta puedo ver unicornios rosados por ahí. No es que este drogada, estoy enamorada. Aunque la diferencia no sea demasiada.
Odio las mentiras pero yo miento también. A veces hay situaciones en las que pienso que la mentira es mucho más honesta, porque yo la invente. No es que haya sido deshonesta, pero es que me repugna la realidad.
Y cada vez que pienso en dejar las cosas que quiero me digo a mi misma “si quieres triunfar, no te quedes mirando la escalera. Empieza a subir, escalón por escalón, hasta que llegues arriba” Porque solo aquella persona que construye el futuro a su gusto tiene derecho a juzgar el pasado.
Siempre fue mi manera de ser, no me trates de comprender. No hay nada que se pueda hacer. Soy un poco paranoico lo siento.
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